
¿Cómo limpiar oro blanco?
A veces la mejor opción para limpiar joyas en casa es agua y jabón, así de sencillo: si se trata de alianzas u otras piezas que no contengan piedras engarzadas –que no deberían sumergirse, una de las posibilidades más seguras y efectivas es preparar un recipiente con agua tibia y una pequeña proporción de jabón, preferiblemente neutro. Remuévelo y deja las joyas a remojo durante alrededor de un cuarto de hora para obtener un lavado sin necesidad de frotar.
.
Una joya con incrustaciones puedes tratarla cuidadosamente con un cepillo extrasuave pasado por agua con un poco de bicarbonato y/o zumo de limón. Asegúrate previamente de que no haya piedras que se estén soltando. También hay quien recomienda la propia pasta de dientes para este cometido, siempre y cuando la pieza no presente recovecos complicados en los que se pueda quedar atascada.
Sin necesidad de aclarar, sécala con un paño suave, mejor si es uno especializado para este cometido. Procura que el secado se realice también con el mínimo frotado posible.